LO QUE QUEDA TRAS MIS LECTURAS

Tras haber leído una cantidad gigantesca de novelas me he convertido en un crítico feroz de este género que yo mismo practico -prueba de ello son mis veinte obras escritas y las dos con las que ando en ardua pelea ahora mismo-, quizás por ello y porque creo que la vida es ya de por sí una ficción y eso que llamamos "realidad" dista mucho de desenvolverse en las mismas coordenadas para todo el mundo, hace ya tiempo que sólo leo ensayos que me permitan averiguar lo que mis convecinos más ilustres, saben o creen saber en cada momento. He pasado por los suburbios de la filosofía, he dormido muchos lustros en los dominios inciertos del ocultismo, para desembocar apasionadamente en los retos de la física cuántica y últimamente en la neurociencia. De vez en cuando, ante la insistencia de la crítica especializada y algunos amigos bien intencionados, leo una novela. Pocas me llegan al fondo del cerebro. He ejercitado a mis sinapsis para rechazar la vulgaridad narrativa, o sea lo que la mayoría entiende por "vidas cotidianas". Creo que el tiempo de vida es escaso y la aventura del conocimiento (no me refiero al archivo inútil de datos), tan difícil como para no pararse demasiado tiempo en el "pasado", tener mucho cuidado de no pisar los charcos del "presente" -aquí y ahora-, y procurar vivir en el futuro el mayor tiempo posible.
Por todo ello, las lecturas que recomiendo no son probablemente las más adecuadas para existir encima de un sofá, preocupados por las estupideces del gobierno de turno.


Y antes:
15 de Abril del 2012
Los nuevos datos son de una importancia tan trascendental que podrían revolucionar nuestra manera de entender la psique humana. Podrían cambiar drásticamente la imagen que tenemos de la naturaleza, la cultura, la historia y la realidad.
STANISLAY GROF (en relación a los fenómenos holográficos)

...algunos científicos están empezando a creer que el universo mismo es una especie de holograma gigante, una ilusión espléndidamente detallada. Hay indicios que sugieren que nuestro mundo y todo lo que contiene, desde los copos de nieve hasta los arces y desde las estrellas fugaces a los electrones en órbita, también son imágenes fantasmales, holográficas solamente, proyecciones de un nivel de realidad tan alejado del nuestro que está literalmente más allá de espacio y del tiempo.
Los artífices principales de esta asombrosa idea son dos de los pensadores más eminentes del mundo: David Bohm, físico de la Universidad de Londres, protegido de Einstein y uno de los físicos teóricos más respetados, y Karl Pribram, un neurofisiólogo de la Universidad de Standford. Lo curioso es que ambos llegaron a sus conclusiones respectivas de manera indiependiente, trabajando en direcciones muy diferentes.

02 de Abril del 2012
Todos tenemos alguna experiencia de un sentimiento que nos inunda ocasionalmente. El sentimiento de que lo que decimos o hacemos se ha dicho y hecho antes, en un tiempo remoto -el sentimiento de haber estado rodeados, en un pasado remoto, por los mismos rostros, objetos y circunstancias-, el sentimiento de saber perfectamente lo que diremos a continuación, como si de pronto lo recordáramos.
Charles Dickens

"Realidad" es aquello que tomamos por cierto. Lo que tomamos por cierto es aquello que creemos. Nuestras creencias se basan en nuestras percepciones. Lo que percibimos depende de lo que tratamos de ver. Lo que tratamos de ver depende de lo que pensamos. Lo que pensamos depende de lo que percibimos. Lo que percibimos  determina lo que creemos. Lo que creemos determina a su vez, lo que tomamos por verdad. Y lo que tomamos por verdad es nuestra "realidad".
Entre las asignaturas de física del siglo XXI habría que incluir la meditación trascendental.
La danza de los Maestros de Wu Li


01 de Abril del 2012
El teorema de Poincaré dice que dado el tiempo suficiente, cualquier sistema aislado (como el propio universo) volverá a su estado inicial. Dado un tiempo ilimitado, lo hará un número infinito de veces. 
De aquí se puede deducir que todos hemos vivido nuestra vida un número infinito de veces, de idéntica forma. La idea del tiempo lineal, o sea que el tiempo progresa del pasado al futuro es una creación solamente de la cultura occidental. 
Los últimos avances de la ciencia, la neurología, la psicología y la historiografía muestran que la vida no es algo excepcional, un gasto inútil. Es parte de una realidad mucho mayor.



Pocas veces, en mi dilatada trayectoria como escritor y lector de miles de obras -50 años en los que día a día no he dejado de leer, buscando las razones de esta existencia-, me he atrevido a recomendar un libro con el énfasis que hoy lo hago. Estoy leyéndolo por segunda vez. Y creo que ningún habitante de la Tierra debería dejar de leerlo con detenimiento.
Yo soy de los que subrayo las frases y párrafos que se adhieren a mi piel por encima de las palabras, y éste ejemplar lo tengo arañado hasta las vísceras.

Anthony Peake es licenciado en Sociología y en Historia por la Universidad de Warwick. Realizó estudios de postgrado en la London School of Economics y un máster en la Universidad de Westminster. Es también psicómetra y se ha especializado en sociología de la religión y del lenguaje. Vive en Wirral, Inglaterra, y es miembro de la Asociación Internacional de Estudios relacionados con la Muerte, y de la Red Científica y Médica.


19 de Marzo del 2012
Me veo llevado a creer que todo lo que hemos visto, conocido, percibido, escuchado -incluso los árboles de un bosque profundo-, más aún, incluso la disposición de las ramas, la forma de las hojas y la variedad de los colores, los matices y la luminosidad; el aspecto de los granos de arena al borde del mar, la irregularidad de las crestas de las olas, ya sean movidas por una ligera brisa o agitadas como espuma por una tormenta; la multitud de voces humanas, de gritos animales, de sonidos físicos, la melodía y armonía de todas las canciones de todas las obras musicales, de todos los conciertos que hemos escuchado, todo ello, desconocido para nuestra conciencia inmediata, existe en nuestro interior perfectamente grabado, al detalle.
DENIS DIDEROT (mediados del siglo XVIII)
La gente vive durante una insignificante cantidad de dos mil millones de segundos, así que no hay razón conocida por la que el cerebro no pueda registrar cada objeto y cada suceso que experimente.
STEPHEN PINKER (neuorcientífico siglo XXI)

16 de Marzo del 2012 (cumpleaños de May)
Hay fuerte evidencia de que el universo que usted percibe como externo, puede llegar a la existencia sólo porque usted lo "observa". Si no hay usted, no hay mundo externo. Así pues, su universo es único y únicamente es para usted, y usted es posiblemente el único habitante consciente de su planeta. Es lógico concluir que éste planeta es una creación de su cerebro y que "ahí fuera", si el "ahí fuera" realmente existe, no es nada parecido a la confortable ilusión creada por su cerebro. Esta creencia va totalmente en contra de lo que el sentido común le dice, a saber, que lo que percibe ahora no sólo está realmente ahí -"ahí fuera" en el mundo físico que existe fuera de su cuerpo-, sino también que usted lo percibe tal como ocurre en el tiempo real.

11 de Marzo del 2012
La conciencia humana es "el Creador" de la Realidad. La mente crea la materia y no al contrario. Usted crea la realidad que hay a su alrededor. Si usted no la observa, simplemente no existe.

10 de Marzo del 2012
PENSAR EN ESTO:
Vosotros y sólo vosotros sois el único ser consciente en este universo, en el vuestro. Ciertamente si tú no lo percibieseis, ese universo que veis y sentís, dejaría de existir. En ese universo tú eres un dios, no el Dios que puede que sea el arquitecto de un cosmos complejo, sino el insospechado creador de todo lo que tú percibes.

05 de MARZO DEL 2012
"No somos señores de nuestra propia casa. Creemos que sabemos por qué hacemos lo que hacemos, creemos que sabemos quiénes somos y qué sentimos, pero lo cierto es que no sabemos gran cosa; sólo vemos la punta del iceberg"
Sigmund Freud

02 de Marzo del 2012
La Creación consta de un número infinito de frecuencias o dimensiones de vida que comparten el mismo espacio del mismo modo que las frecuencias de radio y televisión lo hacen. La teoría cuántica de las cuerdas investiga y acepta estas dimensiones.
Por el momento usted está sintonizado al mundo tridimensional o la tercera dimensión y por tanto eso es lo que usted percibe como su realidad. Usted está sintonizado a esta estación. Pero, como con la radio y la televisión, todas las otras estaciones (dimensiones) están transmitiendo al mismo tiempo y si usted mueve el dial de su radio o cambia el canal de la TV usted puede conectarse con ellas. Cuando usted hace esto, la estación o el canal a los que usted estaba sintonizado antes no desaparece, continúa transmitiendo, pero usted no puede escucharlo o verlo porque usted ha cambiado su longitud de onda. Así es como funciona la conciencia humana.
Algunas personas (todos en verdad) pueden sintonizar su conciencia a otras longitudes de onda y conectarse con información y conciencia operando a esas otras frecuencias. Llamamos a esto poder psíquico, pero es simplemente la habilidad de mover su "dial" a otra "estación". 

21 de Febrero del 2012
"Cuando se trata de explicar algo que no podemos ver, las palabras valen más que mil imágenes"

21 de Diciembre del 2011
Todo lo que existe eres tú
Itzhak Bentov

19 de Enero del 2012
LO QUE DIGO EN LA CONTRAPORTADA DE MI ÚLTIMA OBRA:
Anatomía de Mundos Olvidados
Guiado por los principios de la física cuántica y la transformación que ésta ha supuesto en el universo de la filosofía y teología, he intentado contar una historia cuyo eje único es la aventura trepidante de un hombre sin historia que hereda "una historia ajena", y lucha por desentrañarla, haciéndola propia o rechazarla y caer en el vacío donde, por lo general, mal vive el conjunto de los seres humanos.
Novela de nuevos fundamentos, de extrañas hipótesis clavadas en las teorías de Max Planck, Stephen Hawking, Karl Pribram, y Eisntein entre otros.
En mi opinión, si una obra -ya sea novela o ensayo, no nos hace avanzar hacia lo desconocido, tropezando con todas las fronteras impuestas por la oficialidad, no merece la pena perder el tiempo en leerla.

20 de Enero del 2012
¿Por qué gran parte de nuestro universo parece no existir?
Poco después del instante en que nuestros científicos creen que empezó nuestro universo, aproximadamente el 90 por ciento del mismo "desapareció", quedando sólo un 10 por ciento que se puede explicar dentro de los modelos. Al mismo tiempo, los investigadores de las ciencias de la vida nos piden que consideremos un segundo misterio. Los estudios sobre el cerebro humano sugieren que utilizamos solo una fracción de éste, aproximadamente un 10 por ciento. El funcionamiento del restante 90 por ciento queda por explicar y se cree que está en estado latente. Por supuesto hay teorías como los "circuito biológicos redundantes múltiples" y un todavía no realizado estado de evolución en que utilizaremos más cerebro. Sin embargo, todavía quedan por explicar los cálculos numéricos. Sólo utilizamos el 10 por ciento de nuestro cerebro, y sólo se puede dar una explicación del 10 por ciento de la masa del universo. ¿Dónde está el 90 por ciento restante de la creación y cuál es el propósito de ese 90 por ciento "inutilizado" de nuestro cerebro? ¿Es una coincidencia que éstos porcentajes estén tan correlacionados? ¿Qué nos están mostrando u ocultando los modelos informáticos y los biólogos?
Según las últimas teorías, ese 90 por ciento restante puede representar el lugar donde se encuentran los universos paralelos de la teoría cuántica.
Gregg Braden


LEYENDO AHORA MISMO:
¡Apasionante!






La visión del mundo que demanda la teoría cuántica es, en palabras de J.B.S. Haldane, no sólo más extraña de lo que suponemos, sino más extraña de lo que podemos suponer. La mayoría de nosotros comparte intuiciones de sentido común. Por ejemplo, ¿no es de sentido común dar por sentado que un objeto no puede estar en dos sitios al mismo tiempo? Y, por supuesto, lo que sucede aquí no puede estar afectado por lo que está sucediendo simultáneamente en algún lugar muy lejano? ¿Y acaso no hay un mundo real ahí fuera, con independencia de lo que contemplemos o no? La mecánica cuántica pone en solfa estas intuiciones al establecer que la propia observación crea la realidad física observada.
BRUCE ROSENBLUM Y FRED KUTTNER


Nikola Tesla ha pasado a la historia como el inventor de la corriente alterna, el perdedor de la “guerra de las corrientes” contra Edison, el paradigma del genio incomprendido al que la historia hace justicia siglos después. Hoy disfruta de una segunda juventud, con el interés de las generaciones más jóvenes y con la actualidad de muchas de sus teorías visionarias sobre la comunicación inalámbrica y el uso responsable de la energía.

Este volumen recoge dos de sus textos más importantes, de los muchos que publicó durante su vida en las revistas científicas de su tiempo. Gracias a ellos, “oímos” la voz en primera persona de un genio, un hombre que se sobrepuso siempre a una vida de incomprensiones y fracasos con el convencimiento de que el futuro era suyo. 


" Con el paso del tiempo se me hizo perfectamente evidente que yo era básicamente un autómata que estaba dotado con capacidad de movimiento, que respondía a los estímulos de los órganos de los sentidos y que pensaba y actuaba en consecuencia".
NIKOLA TESLA


"La experiencia humana es a menudo una guía equívoca a la verdadera naturaleza de la realidad"
"La realidad que experimentamos es tan sólo un pálido reflejo de la realidad que es"
"Incluso décadas antes del descubrimiento de la teoría de las supercuerdas, científicos visionarios, incluyendo a Einstein, sopesaron la idea de dimensiones espaciales más allá de las que vemos, y sugirieron dónde podrían estar ocultas"


Ahora mismo estoy leyendo los siguientes libros, sobre los que aún no puedo definirme:


Cuando lean este libro verán que en más de una ocasión les sucede lo mismo que a la madre cuando dice: “Aquella noche salí de casa y cuando hube acostado a mi hijo, se me ocurrió ponerme a buscar números amigos”. Por cierto ¿saben qué son los números amigos? Una pista: Fermat o Descartes solo lograron descubrir un par cada uno en toda su vida. Ah ¿y sabrían decir cuál es el resultado de sumar todos los números de 1 al 10 sin efectuar dicha suma?¿O por qué al número 28 se le considera un número perfecto? Bueno, no es de extrañar que entre los muchos premios que se le han otorgado a esta novela se encuentre el de la Sociedad Nacional de Matemáticas ‘por haber mostrado la belleza de esta disciplina’. Pero no solo disfrutarán ustedes de esta novela si ya les gustan las matemáticas, no, para nada, precisamente aquellos más profanos en la materia hemos visto que hay una forma divertida y diferente de ver esta disciplina.


o más interesante de La música de los números primos está en su último tecio cuando, a partir de Alan Mathison Turing, se trata la conexión entre los números primos y la informática. Una relación que, si bien ha quitado una cierta belleza a la matemática, ha cristalizado en logros como el sistema para cifrar el comercio a través de internet; un método sin el cual su desarrollo estaría muy lejos del estado actual. Y, también, cómo la búsqueda del orden en su secuencia nos ha conducido por los extraños caminos de la probabilidad y el caos a través de la física cuántica. Cómo la distribución de los ceros de la función de Riemann coinciden con la distribución de los niveles energéticos de los átomos más pesado. Un vínculo que revela hasta qué punto la matemática más avanzada y, aparentemente, alejada de nuestra realidad termina teniendo relación con ella.


Argullol parece haber sustituido el leopardiano “¿Y yo qué soy” con el “¿Y yo dónde estoy?” Son así el lugar, la ciudad -el viaje- los que desencadenan la meditación. La intensa ruta viajera no es, a mi entender, lo más señalado de este libro sino el sustrato cultural, esos momentos en los que afloran símbolos como Ulises, Eneas o Arjuna. Ellos son los que cuentan ante la angustia que sentimos los que viajamos al quedar colgados durante una huelga en un aeropuerto. Es entonces cuando el filósofo nos dice: “Sólo había que esperar”. 

A medida que los pioneros de la física cuántica entraban en el corazón mismo de la materia, lo que veían los dejaba anonadados. Las partículas más pequeñas de la materia ni siquiera eran materia tal como la conocemos, ni siquiera un algo establecido, sino que a veces eran una cosa y otras veces otra completamente diferente. Y lo que es aún más extraño, a menudo eran varias cosas diferentes a la vez. Pero lo más significativo de todo es que estas partículas subatómicas no tienen sentido aisladas unas de otras, tan sólo en relación con todo lo demás. Al nivel más fundamental, la materia no puede ser dividida en pequeñas unidades autocontenidas, sino que es completamente indivisible. Sólo podemos entender el universo como una trama de interconexiones. Las cosas que estuvieron alguna vez en contacto, siguen estando en contacto a lo largo del espacio y el tiempo.
De hecho el tiempo y el espacio no existen tal y como lo conocemos.

 En la vanguardia de la investigación del cerebro y la conciencia ha emergido un importante conjunto de pruebas que demuestran que las funciones cerebrales de distintos individuos pueden estar en contacto (lograr coherencia) incluso cuando los individuos no mantienen una forma ordinaria de contacto entre sí. Y lo que es más sorprendente, los hemisferios izquierdo y derecho de distintos sujetos se sincronizan.
La coherencia observada en la naturaleza indica que existe otro campo activo en el universo: un campo que produce una conexión casi instantánea entre objetos separados e incluso muy distantes.


Los acontecimientos, las imágenes y todas las demás cosas que recuerda la memoria a largo plazo, no están almacenadas en el cerebro, sino que éste tiene sólo acceso a ellas. De acuerdo a este enfoque, la memoria a largo plazo -una memoria que en realidad sería eterna-, no está físicamente localizada en las redes neuronales del cerebro, sino que éste funciona más bien como un dispositivo transformador y traductor de las señales que le llegan procedentes de un almacén de memoria situado fuera del cuerpo.





Richard Dawkins (Nairobi, Kenia, 26 de marzo de 1941) es un etólogo, zoólogo, teórico evolutivo y divulgador científicobritánico.

Fue titular de la «cátedra Charles Simonyi de Difusión de la Ciencia» en la Universidad de Oxford hasta el año 2008.
Es autor de El gen egoísta, obra publicada en 1976, que popularizó la visión evolutiva enfocada en los genes, y que introdujo los términos meme y memética. En 1982, hizo una contribución original a la ciencia evolutiva con la teoría presentada en su libro El fenotipo extendido, que afirma que los efectos fenotípicos no están limitados al cuerpo de unorganismo, sino que pueden extenderse en el ambiente, incluyendo los cuerpos de otros organismos. Desde entonces, su labor divulgadora escrita le ha llevado a colaborar igualmente en otros medios de comunicación, como varios programas televisivos sobre biología evolutiva, creacionismo y religión.
En su libro El espejismo de Dios, Dawkins sostiene que es casi una certidumbre que un creador sobrenatural no existe y que la creencia en un dios personal puede calificarse como un espejismo, como una persistente falsa creencia, sostenida tenazmente a pesar de la gran evidencia en contra. Dawkins se muestra de acuerdo con la observación hecha por Robert M. Pirsig en relación a que «cuando una persona sufre de una alucinación se le llama locura. Cuando muchas personas sufren de una alucinación se le llama religión.»1 En enero 2010, la versión en inglés de El espejismo de Dios había vendido más de dos millones de ejemplares.2
Dawkins se declara ateo, humanista y escéptico, miembro del movimiento bright y uno de los intelectuales públicos contemporáneos más influyentes en lengua inglesa. Por analogía con el epíteto de «bulldog de Darwin» que se le daba aThomas Huxley (1825-1895), Dawkins es también conocido como el «rottweiler de Darwin» por sus posicionamientosevolucionistas.



Lo que sabemos del cerebro es lo que yo he querido expresar en el libro ¿Cómo funciona el cerebro? La gente, de alguna manera, todavía sigue hablando del cerebro como un computador. Es decir, una máquina que recibe información, la procesa, y la almacena o no, en función de la respuesta que va a emitir. La cuestión está en que los ordenadores son máquinas construidas por el hombre. Yo no quiero llamar ‘máquina’ al cerebro humano, porque el concepto de máquina es absolutamente diferente y, cuando utilizas el mismo término, inmediatamente se le une ese concepto, lo que es erróneo. El cerebro es un órgano que se ha construido a lo largo de quinientos millones de años de azar y reajustes, y no una máquina como las que el hombre ha construido a lo largo de los últimos cincuenta años. ¿Cuál es la esencia de esa distinción? La esencia es el constante dialogo que existe entre cada uno de los componentes de ese cerebro, es decir, las neuronas. Cada neurona se comunica con otras, en un proceso constante y enorme de tráfico. Se trata de un proceso complejo que no puede realizar ningún ordenador. El cerebro contiene unos cien mil millones de neuronas, sin contar otras células importantes en la comunicación, como son los astrocitos. Esos cien mil millones están en constante ‘conversación’.


¿Se puede inferir que la capacidad que tiene el cerebro es ilimitada?
No, porque si decimos eso, vamos a acabar con el tópico de que el aprender no ocupa lugar. Eso es un neuromito, y hay que acabar con ellos. El aprender ocupa lugar y tiempo. El aprendizaje es un proceso que ocurre en el cerebro. Intervienen muchas áreas pero, finalmente, se deposita en una región que denominamos hipocampo, al menos para las memorias que llamamos conscientes o explícitas. Y el aprendizaje y la memoria significan, en última instancia, cambiar el cerebro. Y hablo de física y química, de conexiones. Las sinapsis cambian con el proceso de aprendizaje. ¿Qué quiere decir que he aprendido algo? En esencia, que he cambiado mi cerebro. Y de ahí se llega a lo que muchas veces se ha pensado que eran expresiones filosóficas. Y es que no podemos conocernos a nosotros mismos, porque nuestro cerebro está constantemente cambiando. Somos alguien nuevo cada día. Nosotros no somos, y lo sabemos, el niño que fuimos cuando teníamos quince años. No somos el mismo que hace diez años, ni tan siquiera que hace tres años. Hemos cambiado. Como el río de Heráclito. Jamás es el mismo río. Y eso es importante saberlo. Lo que sin embargo, sí podemos hacer -y fíjese usted, también es filosofía-, es llegar, de alguna manera, a construirnos a nosotros mismos. El ser humano es espejo y creador de todo lo que le rodea, incluido él mismo. ¿Por qué? Porque podemos orientar la información de ese aprendizaje y de la memoria, en la dirección que, de alguna manera, nos gustaría que llevara.
En definitiva, el ser humano es espejo y creador de todo lo que le rodea, incluido él mismo.

Francisco Mora es doctor en Medicina por la Universidad de Granada y en Neurociencias por Universidad de Oxford, catedrático de Fisiología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, y de Fisiología Molecular y Biofísica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos. Ha escrito más de cuatrocientos trabajos y comunicaciones científicas en el campo de la neurobiología y cincuenta libros, entre ellos, el Diccionario de Neurociencia y Neurocultura.
El vacío cuántico genera el campo holográfico que es la memoria del universo.

Hemos tenido la sospecha, a lo largo de toda nuestra revisión de los enigmas
de las ciencias, de que el campo misterioso implícito a las correlaciones
trascendentales del espaciotiempo en el cosmos y en el conocimiento puede
ser un campo de información en el propio corazón del universo. Esta sospecha
se ha confirmado: el campo de punto cero del vacío cuántico no es sólo un
campo energético superdenso, sino que es también un campo informativo
súper rico, la memoria holográfica del universo. Este descubrimiento recuerda
al concepto de la filosofía hindú de la Crónica Akásica, el registro de todo lo
que ocurre en el mundo que permanece trazado en el campo akásico. Tiene
mucho sentido denominar al nuevo campo informativo del universo
(re)descubierto el «campo A», a partir de la antigua tradición del campo
akásico. El campo A ocupa su lugar entre los campos fundamentales del
universo, uniéndose al campo G (el campo gravitatorio), el campo EM (el
campo electromagnético) y los distintos campos nucleares y cuánticos.

Vivimos en un universo plano y eso está fuera de toda duda razonable. Sólo un cuatro por ciento de la sustancia material
del universo está compuesto por objetos

de materia visible, como las galaxias, estrellas, planetas, polvo interestelar y
otros cuerpos astronómicos descubiertos por los telescopios ópticos. Se supone
que más del veintitrés por ciento está compuesto por materia oscura bariónica
(protones y neutrones en estructuras que son demasiado tenues para ser
visibles), así como de materia oscura nobariónica (partículas exóticas como
axiones, neutrino con masa, y WIMP, partículas de masa que interactúan
débilmente). Pero incluso con la suma total de la materia visible e invisible,
queda aproximadamente un setenta y tres por ciento de la sustancia del universo
sin aparecer. Parece que esta enorme cantidad no es exactamente
materia, sino «energía oscura», una propiedad del mismo espacio,
probablemente debida a la fluctuación de las partículas virtuales en el vacío
cuántico.


Sólo un cuatro por ciento de la sustancia material
del universo está compuesto por objetos


El universo informado es un universo donde el campo A es un elemento

real y significativo. Gracias a este campo, este universo es de una
coherencia asombrosa. Todo lo que ocurre en un lugar sucede en otros
lugares, todo lo que haya sucedido una vez, sucederá también después. No
hay nada que sea «local», limitado a cuando y donde sucediera. Todas las
cosas son globales, cósmicas realmente, ya que la memoria de todas las
cosas se extiende a todos los sitios y a todos los tiempos. Este es el
concepto del universo informado, la visión del mundo que será el distintivo
de la ciencia y de la sociedad en las próximas décadas.

El nuestro es un mundo de
fuerzas físicas ciegas y de replicación genética, donde unos salen heridos y
otros consiguen prosperar. Posee precisamente las propiedades que
deberíamos esperar que tuviera si no hubiera, en el fondo, ningún designio
ni propósito, sin el bien y sin el mal, sólo una indiferencia ciega e
inmisericorde.

Al ser éste un universo de información, donde dicha información se genera constantemente por parte de todo cuanto existe, ésta información compone lo que ocurre en cada instante. La información no se pierde jamás, forma parte del propio universo y lo genera. Esto significa que todo cuanto hacemos y pensamos influye en el futuro inmediato global, de todo el universo. Por eso pensar positivamente en cada instante genra actos y situaciones positivas y lo contrario, genera lo inverso.

Esta información del campo punto cero, haría posible que pudiésemos leer otras mentes y que pudiéramos crear holograma para comunicar a los demás (apariciones de seres en el aire, en las conciencias –vírgenes, fallecidos, etc) Conectar con ese campo akásico es posible a través del cerebro.

No desaparecemos de este mundo sin dejar rastro; todo lo que experimentamos se convierte en parte del banco de memoria colectiva de la
humanidad, para que pueda ser leído una y otra vez. Podemos perdurar en el cerebro y en la conciencia de las otras personas de hoy y en todas las
generaciones futuras.


El Universo In-Formado describe los orígenes y los elementos esenciales de una nueva visión del mundo que surge a partir de los últimos avances en la física y en la cosmología, en las ciencias biológicas y en el nuevo campo de la investigación de la conciencia.
El libro destaca que en las raíces de la realidad no sólo hay materia y energía, sino también un factor más sutil aunque igualmente fundamental, que podemos describir como información activa y efectiva: “in-formación”. La información vincula todas las cosas en el universo, tanto los átomos como las galaxias, los
organismos y las mentes. Este descubrimiento convierte el concepto del mundo fragmentado de las principales corrientes actuales de la ciencia, en una visión de un mundo integral.
El Universo In-Formado presenta una teoría integral del todo que pueda servir como base de una visión científica del mundo que tenga sentido en sí misma y que lo tenga para los tiempos que corren.
Esta teoría puede superar la fragmentación e impersonal falta de sentido que caracterizaba la visión del mundo que habitualmente asociamos con la ciencia. Nos proporciona una visión que sigue estando enraizada en la ciencia, y que sigue abarcando todas las cosas que podemos experimentar, cercanas y lejanas, grandes y pequeñas, y no excluye el fenómeno de la mente y la conciencia.

Ervin Laszlo es fundador y Presidente del Club de Budapest, fundador y Director del General Evolution Research Group, administrador de la Universidad Interdisciplinaria de París, socio de la World Academy of Arts and Sciences, miembro de la International Academy of Philosophy of Science, senador de la International Medici Academy y editor del periódico internacional World Futures: The Journal of General Evolution. Ervin Laszlo es autor o coautor de setenta y cuatro libros que se han traducido a más de veinte idiomas y es editor de otros veintinueve volúmenes que incluyen una enciclopedia de cuatro tomos. Ervin Laszlo ha sido nominado para el Premio Nobel de la Paz 2004.
Considerado el mayor exponente de los sistemas filosóficos y de la teoría de la evolución general, sus investigaciones más recientes se centran en el desarrollo de una ciencia integral que incluya lo cuántico, el cosmos, la vida y la consciencia. Además de sus estudios teóricos, Laszlo es notable por su trabajo en los campos de la gestión y de las ciencias del futuro. Tiene un doctorado por la Sorbona y ha recibido cuatro Doctorados Honoris Causa (en los Estados Unidos, Canadá, Finlandia y Hungría), el muy prestigioso Premio Goi de la Paz en Japón y otras distinciones. Anteriormente profesor de filosofía, sistemas científicos, y estudios sobre el futuro en varias universidades de Estados Unidos, Europa y Oriente, en la actualidad Laszlo imparte conferencias por todo el mundo y durante el curso 2003/2004 ha sido profesor visitante en la Universidad de Stuttgart, Alemania.

Leyendo ahora mismo un apasionante libro:


y una novela genial

En este volumen se recogen hoy las tres novelas —El inocente, La tarde y El ayudante del verdugo— que publicó en vida Mario Lacruz (dejó, sorprendentemente, varios inéditos, algunos de los cuales se han ido publicando desde su muerte en el año 2000) y que obtuvieron en su día tanto el éxito de la crítica como el del público: la obra precursora del género negro en España, un relato de corte lírico y una metáfora narrativa del mundo social del franquismo. En principio tres novelas muy distintas (si bien siempre servidas por un estilo inconfundible). Pero por encima de las etiquetas de géneros y huyendo de las tan peligrosas clasificaciones, nos encontramos frente a tres narraciones que plantean problemas inherentes al ser humano, que siente el peso de la culpa como un elemento indisociable del mero vivir, ese vivir que los protagonistas de estas novelas  convierten en una búsqueda del sentido y justificación a su existencia. ¿Novelas existencialistas? Llámeselas como se quiera. La buena literatura desborda siempre cualquier posible clasificación…
«La vida fluye de un modo irresistible y provoca cambios, permanentemente; lo demás no cuenta. Los destinos individuales, el triunfo de los que parecían predestinados al fracaso, los altibajos de fortuna y afecto, los éxitos que alguna vez pudieron parecerme envidiables, el paso de una generación… Nada importa…»




No hay ninguna razón para suponer que nuestros recuerdos de hechos pasados se encuentran alojados ni siquiera materialmente en nuestros cerebros. La memoria simplemente funciona como un sistema de sintonización, antes que como un lugar de almacenamiento de recuerdos.
La conciencia y todas las percepciones que conocemos como "mi yo" no están atadas al cerebro biológico. (John Lorber 1980)